Las unidades en Villas de la Colina se sienten mucho más como casas privadas que condominios. La construcción de calidad y el uso de maderas naturales y la rica cantería crean una sensación de calidez y confort en cada hogar. Al entrar en esta casa, te cautiva la sensación de apertura, ya que te lleva a las vistas más allá. El espacio de la sala principal está claramente diseñado para el entretenimiento con una espaciosa cocina con una gran isla central con capacidad para cuatro. La tonalidad ligera de los gabinetes y carpintería en todo el condominio complementa el travertino y el suelo de piedra de mármol teñido de terracota. Las impresionantes vistas de la ladera de la jungla, el pueblo y la Bahía de Banderas se capturan desde la amplia terraza, con su propia piscina privada. La suite principal es un santuario que disfruta de las vistas de la ciudad y el océano y cuenta con un techo de tejas y vigas a la vista, que recuerda a la arquitectura colonial mexicana. Las ventanas de vidrio biselado y los lavabos dobles de ónix, junto con una gran cantidad de espacio de almacenamiento y gabinetes hacen que el baño principal no solo sea extraordinariamente funcional, sino también extraordinariamente elegante. El dormitorio de invitados tiene ventanas con persianas que se abren para disfrutar de las vistas y se cierran para una máxima privacidad. Un espacio de oficina / estudio también se podría utilizar como desbordamiento para dormir si es necesario. La unidad cuenta con aire acondicionado a través de sistemas mini-split, tiene una lavandería completa dentro de la unidad y se vende completamente amueblada, con la excepción de ciertos artículos. Villas de la Colina también cuenta con una piscina de área común para disfrutar en grupo. Las cuotas de mantenimiento son de aproximadamente $ 10,531 pesos e incluyen agua, gas, elevador y alberca.